Llego como todos los días justito a la hora, en la entrada la jefa de UTP con esa cara de paco, se cree la raja. Todos sabemos que está ahí porque es colgada de la jefa nomás. Se encierran horas a conversar tomando cafecito mientras, acá la primera línea estamos haciendo clases, hasta quedar raja. Con los colegas decimos que somos la RESISTENCIA.
Todos nos llevamos la raja, incluso la directora es a toda raja cuando no está la UTP, un paréntesis, que es bacán la palabra raja, sirve para distintos contextos, por ejemplo: la UTP me cae como la RAJA.
Llega la hora de consejo, todos tiramos la talla, hasta que llega el lado oscuro de la fuerza, incluso le ponemos la canción de la marcha imperial de Star Wars. Como es vieja, igual cacha, pero se hace la weona.
Hasta la directora habla con cuidado, en el consejo dice algo y la queda mirando. Su aporte en todo caso es, “Buenas tardes, colegas, hoy la Sra. Marta nos orientará cómo será el trabajo”, luego se va a “terminar” su pega administrativa. Si al final todos sabemos que la UTP le hace toda la pega, por eso le da permiso siempre para irse más temprano o de frentón faltar.
La otra vez, no estuvo en una semana. Decían que había salido con licencia, pero la pillaron chanchito, había salido del país de vacaciones con la licencia, es muy cara de raja. Dicen que fue a Cuba, porque a sus cercanos les trajo de regalo puros cubanos, el inspector general estaba tomando café cubano, y su secretaría unas artesanías cubanas en su escritorio. Este paseíto, en plena época de clases. Y la Dire se hace la weona, como le hacen la pega. Y quizás se toman los rones cubanos juntitas, tienen onda, nadie cacha nomás, o todos chacamos y nos hacemos los weones.
Después que se perdió una semana, parece que llegó peor. Hueveando por todo, pidiendo altiro las planificaciones, el calendario de evaluaciones. Yo hubiera ido a cuba, no me sacan más de la Habana, métale Mojitos, Cuba Libre y daiquiris.
Estábamos preparando las actividades para el 18, el EFI aprovechando de jotear a todas las profes, como le tocaba preparar las presentaciones con todos los cursos. Al wn la “Miss” lo tiene loco sí, se le acerca con esas poleras sin mangas, quiere mostrarle músculos, tiene dos palos de fósforo de en los brazos. Nos cagamos de la risa, y mientras la estamos pasando la raja, ¿adivinen quien llega a cagar el ambiente?, viene a mirarnos al gimnasio a ver si estamos trabajando o sacando la vuelta, si igual se pueden hacer las dos cosas. Se sienta, mira con su respectiva cara de culo. Sola, si nadie la pesca, solo los colegas colgados, me da risa esa wea.
Llegó el día de la chilenidad, había una escenariografía la raja, cuando los colegas se comprometen con una actividad no hay nadie que los pare. Todo salió maravilloso, estudiantes felices, apoderados contentos. Sobre todo porque después había una actividad familiar. Todos llevamos a nuestras familias, puestos de comida de cada curso. Después de las presentaciones, juegos tradicionales, premios. Muchas actividades, lo más gracioso es que siempre los profes alegamos, criticamos ese tipo de actividades, pero cuando estamos en la actividad parecemos cabros chicos webeando también.
Dentro de todo este caos de actividades, veo a la Sra. Marta, me sorprendió la vejete, se veía contenta. Me dio alegría verla con su familia, sus hijos, nietas. Creo que es primera vez que la veía sonreír, pensé: REALMENTE ES HUMANA. ¿Por qué no será así con nosotros?, quizás es su personaje para hacerse la mala, pero quizás no es tan como la mierda.
A los organizadores, no se les ocurrió nada mejor que hacer competir al equipo directivo entre ellos, la Dire VS la UTP VS inspector General VS coordinadora PIE y encargado de convivencia. Carrera de tres pies, cada directivo con un colega.
¿Adivinen mi raja?, justo me tocó con la Sra. Marta, no sabía si amarrarnos de los tobillos o pescar el lacito y ponérselo en la lengua. Ya, para que estoy con weas, me entusiasmé al ver su cara de motivada, y cuando le hace un gesto a su familia, que ganará por ellos. La cosa es que nos dan la partida, corremos en tres piernas, ella pareciera otra mujer, ¡¡y…GANAMOS CSM!!…
Llegamos a la meta, nos caímos de raja, nos reímos, sus nietas se nos tiran encima…yo ahí cagada de la risa. Disfrutando con mi amigui, que me había hecho la vida imposible, pero filo. No era momento de pasarla mal. Y ahí viene lo más sorprendente, la Sra. Marta me dice, vamos a celebrar el triunfo, tenemos unos anticuchitos en nuestra mesa. Me dio lata decirle que no, pero también me daba lata decirle que si, por todo lo que había pasado durante el año. Ya, igual fui, me comí un anticucho, me tomé un vaso de bebida con ella y su familia. Gente muy simpática, ella a pesar de ser muy dura, y seria por muchos momentos, no solo en la escuela, también con su familia. Era tremendamente querendona con sus nietas, yo creo que ese es su “Talón de Aquiles”.
Luego volví donde mi familia, y en el trayecto mis colegas me agarraban para el weveo, que ahora era amiga de la Sra. Marta, que éramos poto y calzón, y puras weas así, yo les dije que Darth Vader, todavía tenía luz en su corazón.
Día cansador, quedé raja, lo bueno que venía la semana de vacaciones por fiestas patrias.
Volvimos post fiestas patrias, yo iba atrasada. Dije “mi amigui Marta” después del match que hicimos en la competencia del día de la chilenidad, no creo que me vaya a lesear como siempre. Llegué y extrañamente no estaba en la puerta, entro corriendo a la sala de profes.
Están todos reunidos, la directora contando que la Sra. Marta se ausentaría por un tiempo, el tratamiento para la leucemia que se hizo en Cuba una de sus nietas, no había dado resultado, y estos días de fiestas patrias, para la Señora Marta, no habían sido necesariamente de fiesta, todo lo contrario, de pérdida y dolor. Que habían conversado hartas veces en su oficina, pero la Sra. Marta no había querido compartir su dolor con la gente de la escuela.
Me fui de raja, entendí su coraza. Salí de la sala sin poder decir nada, con una sensación extraña, como si todo lo que había interpretado de ella se hubiese desplomado de repente.
0 comentarios